Tempe es una parte poco conocida de Inditex, pero cada vez más importante.
La filial del grupo textil, con sede en Arteixo, fabricó el año pasado en la planta de Elche 26,8 millones de pares de zapatos para abastecer a las 3.691 tiendas del grupo en todo el mundo.
Su facturación ha crecido un 23% en el último año, hasta alcanzar 483 millones de euros.
Con casi 500 empleados, diseña, produce y distribuye todas las colecciones de calzado para cada formato comercial de Inditex desde 1990, fecha de salida al mercado de la primera colección infantil para Zara. Con filiales en Asia, Brasil y México, su centro operativo de Elche se acaba de quedar pequeño.
El pasado 30 de junio, el consejo de administración de Pimesa, la sociedad urbanística del Ayuntamiento alicantino, aprobó la venta por ocho millones de euros de una parcela de 90.000 metros cuadrados en el parque industrial de esa localidad sobre la que Tempe construirá una nueva plataforma logística.
El proyecto, según fuentes de la compañía, dará respuesta a las necesidades que ha generado la expansión del grupo con la construcción de una nave de 60.000 metros cuadrados.
Ayudando a que Tempe crezca, la matriz de Zara está potenciando su última apuesta comercial: la cadena de calzado y complementos Uterqüe, que ha abierto sus primeras tiendas en las calles Serrano (Madrid), el Paseo de Gracia barcelonés y la Plaza de Lugo en A Coruña.
Este año completará aperturas en 18 ciudades españolas, además de otras tres en Grecia y Portugal.
El modelo de negocio de Tempe viene a ser una réplica de lo que sucede en el resto del grupo: cubre la demanda de las tiendas en el menor tiempo posible y con los costes más ajustados. En España y Portugal fabrica casi la mitad de la mercancía. Tiene diseñadores repartidos por todo el mundo que rastrean la calle en busca de tendencias y se nutren de viajes, ferias y revistas. Su objetivo es el diseño de miles de modelos distintos, desde zapatillas de deportes para Pull and Bear hasta pantuflas para Zara Home. Para adaptar sus propuestas al gusto de compradores en 68 países utilizan las llamadas plataformas, centros más pequeños que intentan captar las peculiaridades de cada región.
Lo diferente en este proceso respecto al resto del negocio textil es el volumen y el número de unidades que necesita cada tienda. La mayor delicadeza de los zapatos complica su manipulación, por lo que Inditex tiene previsto realizar una fuerte inversión en automatización de procesos en el nuevo centro logístico. Esta planta multiplicará por dos la capacidad actual de la nave alicantina, que cuenta con 57.000 metros cuadrados y que puede llegar a almacenar hasta 2,5 millones de pares al mismo tiempo.
Desde España se enviarán los pedidos de todas las tiendas del mundo, excepto para las de América Latina
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